sábado, 4 de enero de 2014

ADORACIÓN DE LOS PASTORES



-Autor: El Greco (Domenikos Theotokopoulos).
-Título: Adoración de los pastores. Adoration of the Shepherds. L’Adoration des bergers. Adorazione dei pastori.
-Técnica: Óleo sobre tela.
-Tamaño: 3,20 x 1,80 m.
-Periodo: s. XVII (1612-1614.
-Estilo: Manierista. -Ubicación: Museo del Prado, Madrid (España).
-Tema: La adoración de los pastores ante el nacimiento de Jesús.

Este cuadro fue pintado posiblemente durante el último año de la vida del artista y fue ejecutado para el panteón de la familia del artista en la iglesia de Santo Domingo el Antiguo de Toledo. La presencia de los pastores en la escena del Nacimiento de Jesús es recogida por el evangelista Lucas (2, 8-20) y ha tenido una gran repercusión en las representaciones de la Natividad.

La composición está dividida en dos zonas como es típico en muchas de sus pinturas. La parte terrenal se desarrolla en una espiral que crea un movimiento ascendente. El Niño está envuelto en luz, ya que él representa la luz que ilumina al mundo (efecto tomado de los iconos y ampliamente utilizado por los manieristas), la cual ilumina la escena y al resto de personajes. Las figuras terrenales son dinámicas, expresivas y con las manos representan sentimientos de sorpresa (pastor que levanta sus manos), amor y agradecimiento (el pastor que lleva sus manos al pecho) el cual podría ser un retrato de su hijo (lo cual tendría sentido si tenemos en cuenta que la pintura iba a presidir el panteón familiar), o de devoción (el pastor que está arrodillado, que sería un autorretrato de El Greco, que con la mirada entabla un diálogo con Jesús). José parece explicar con sus manos y su cara de asombro el hecho portentoso del nacimiento del Mesías. Por su parte María es la única que mantiene la calma y muestra con delicadeza a su hijo recién nacido. Podemos observar que la vestimenta de los pastores se compone de un sayón sin mangas y unas calzonas también cortas, lo cual los diferencia de San José, que viste cubriendo piernas y brazos. La representación de tres pastores en la escena de la Adoración suele ser típica del arte occidental, posiblemente como claro paralelismo a los tres magos y, al igual que estos, representan las edades del hombre en sentido decreciente (vejez, madurez y juventud) como símbolo que hace presente y partícipe a toda la humanidad de tan gran acontecimiento.

El cromatismo que utiliza en algunas de sus figuras es también característico del pintor, con ropajes rojos, anaranjados, morados que contrastan con el fondo oscuro en el cual se intuye una leve arquitectura abovedada al fondo que sugiere una cueva o construcción resguardada. Los cuerpos aparecen alargados y distorsionados, siendo las cabezas pequeñas con respecto al cuerpo, típico de las últimas obras del pintor y del manierismo, abandonando así sus influencias venecianas (Tiziano, Veronés, Tintoretto). El Greco se adelanta a su tiempo, creando formas que parecen inacabadas, mediante borrones y manchas, con formas sugeridas en vez de terminadas. Los impresionistas evocarán más adelante esta manera de pintar en sus obras. El artista monta el negro y otros colores para exagerar los contrastes haciendo que el dibujo no los separe, es decir,“dibuja” utilizando el color. Igualmente coloca en el lienzo líneas de negro, con lo cual da vivacidad a los colores, recortando los cuerpos, con lo que consigue, por contraste, que los demás colores aclaren sus tonos. Junto al pastor arrodillado aparece insinuado el “Agnus Dei” o “Cordero de Dios”, que simboliza el sacrificio que hará en el futuro el niño para la salvación de los hombres. El cordero corresponde a la mansedumbre, la pureza y la inocencia y será usado en sacrificio, como nos explica el libro bíblico de Henoch (o Enoc). Igualmente vemos que el buey cobra un protagonismo inusual en la escena y rompe los moldes tradicionales en las composiciones de la Natividad, pues se encuentra en el término central de la misma y mirando directamente a Jesús. Esta escena podría demostrar que El Greco, en su extensa biblioteca, podría tener textos sobre la religión mitríaca, originaria de Persia, que se extendió posteriormente hasta Roma influyendo también en el Cristianismo. En sus cultos Mitra era el dios creador de la luz. Su fiesta principal se celebraba el 25 de diciembre,fecha del nacimiento del dios Mitra, nacido de una roca (presente en la composición donde parece descansar el Niño Jesús). Sus connotaciones astrológicas y astronómicas se refieren al solsticio de invierno, por lo cual en Roma ese día era el del Sol Invictus, que el Cristianismo adoptó para el nacimiento de Jesús. Mitra, igual que Jesús, fue adorado por unos pastores y el toro juega un papel fundamental. El asno tiene menor protagonismo, siendo relegado a un segundo plano, más oscuro y alejado, dejando entrever algunos de sus rasgos como el hocico y uno de sus ojos. También el asno tendrá una significación especial en el cristianismo, pues no sólo sirve como medio de transporte a María en su viaje a Belén o en la Huida a Egipto, sino que también y junto con el buey, acompañarán al Niño recién nacido en su nacimiento (Evangelio Apócrifo del Pseudomateo) y posteriormente irá con Jesús en su entrada triunfal a Jerusalén (hecho recordado el Domingo de Ramos) antes de ser crucificado. El plano celestial aparece dominado por dos ángeles que cierran la composición. La presencia de los mismos ponen de manifiesto la presencia divina en el momento del nacimiento y la condición de Hijo de Dios del recién nacido.
El ángel de la izquierda porta una filacteria a lo hebraico en la que se lee “Gloria in excelsis” (Gloria en el cielo). Entre los dos ángeles aparecen otros de menor tamaño y cabezas de angelotes, todos ellos son protagonistas del hecho prodigioso que aparece en el plano terrenal. FUENTES:

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