Del 4 de febrero al 18 de mayo el
Museo Thyssen presenta una exposición dedicada al pintor francés Paul Cézanne, considerado el padre del
arte moderno. La muestra, cuyo comisario es Guillermo Solana, explora la
relación entre dos géneros que el artista plasmó con frecuencia: los paisajes y
las naturalezas muertas. Como los impresionistas,
Cézanne realiza sus paisajes al aire libre, pero estos no reflejan las
estaciones o las horas del día, y los motivos de la naturaleza están colocados
en una especie de puesta en escena. De manera inversa, el pintor incorpora en
sus bodegones los cambios y tensiones propios de la naturaleza, y los objetos
que tradicionalmente transmiten estabilidad se apoyan los unos en los otros en
un equilibrio precario.
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